Todavía sigo por ahí.
No soy muy aficionado a internet. No tengo redes sociales y de no ser porque busque una información determinada apenas me conecto fuera de las horas de trabajo. Pero eso no significa que no exista en las redes. Así, tengo una página web que utilizo como escaparate de mis obras publicadas y un par de blogs activos además de otro inactivo (Luz Difusa) que no me decido a eliminar porque me trae buenos recuerdos de la época en la que estrené la obra de teatro homónima. Si ahora me decido a escribir sobre un aspecto relacionado con lo digital es porque me sorprendió la afirmación de uno de mis alumnos en clase. "Sabes, el otro día me aburría y vi tu entrevista". Me quedé con la mosca detrás de la oreja. Le pregunté que a cuál entrevista se refería y me explicó de lo que hablaba en ella. La recordé, también el momento en que se grabó. Ciertamente he de reconocer que si salió tan espontánea es porque desconocía que en ese momento me grababan. Sí, es cierto, delante de mí había un...